Por una gestión de los espacios públicos de uso colectivo: diseño y apropiación

Resumen

La cuestión central que se propone es la de una conceptualización y un método de abordar el paisaje en la perspectiva del sentido público del espacio, a partir de un proceso de gestión y seguimiento continuado que contribuya para proyectar lugares públicos adecuados a la vida y viables en la dinámica social en la que se insertan. Para tal, se busca repensar de manera articulada dos grandes temas: - Se cuestiona cual es la relación intelectiva, sensible y proyectual del arquitecto con el paisaje, proponiendo que el conocimiento disciplinar sea reinformado por las características del lugar, respetándolas, a partir de un juego entre el deseable y el posible en el proyecto. Se apunta para un cambio epistemológico que implica la renovación de los instrumentos de intervención en el espacio, según la cual, tradicionalmente, la arquitectura concibe su actuación como fundamentalmente el proyecto del objeto. Ese pensar centrado en la producción del objeto no sería suficiente para confrontar los desafíos de la naturaleza, de la producción, de la apropiación del espacio. - Se coloca como problema la desarticulación de las acciones del poder público, su dificultad para interpretar y actuar en el espacio, para crear alternativas de bajo costo e integradoras, inclusivas de la población. La dinámica de la vida urbana crea calidades locales, con cuestiones complejas que a pesar de demandar acciones directivas dirigidas a una visión del todo del tejido urbano, deben ser reconocidas, leídas y confrontadas en su especificidad. Esa capacidad de ver el cuadro general y desarrollar el particular pasa a ser indispensable a la actuación del arquitecto, en especial en los órganos públicos. El quehacer de los arquitectos tiene que articularse en los" intersticios políticos" y la experiencia y la reflexión teórica acumuladas deben ser operativas para subsidiar nuevas estrategias de acción y abrir campo para nuevas iniciativas. Actuando a partir de lo que existe y de la transformación de sus procesos, la producción del arquitecto pasa a enriquecer y enriquecerse por la dinámica urbana, permitiendo crear instrumentos y estrategias de calificación del paisaje y no solo la producción de objetos excepcionales insertados en ella. Cuando trabajamos en la ciudad, en un cuadro institucional (político), ver el paisaje significa tener alternativas para su mejoría que interfieran en el proceso de su producción. Sustentamos que la GESTIÓN de ese proceso, en mediano plazo, es capaz de generar, a costos más bajos, un impacto tan grande cuanto el de las grandes obras arquitectónicas y urbanísticas que buscan crear hechos nuevos (SANDEVILLE JR., 2001), exigiendo nuevas formas de producción y actuación.