Suburbia - metropolitanismo en Portugal contemporáneo

Resumen

Vania Toledo fotografió a los actores y celebridades brasileñas que han mapeado el imaginario portugués, en los primeros años después de la revolución del 25 de abril de 1974. Esta influencia social es análoga a una nueva aspiración urbana. Sólo la periferia contenía la amplitud espacial necesaria para el desarrollo de un nuevo tipo de vida. Es este deseo de progreso lo que impulsará, de modo afirmativo y optimista, la sedimentación del Estado portugués, en las décadas que siguieron a la revolución del 25 de abril de 1974. La economía nacional es entonces norteada por un camino que llevará a la integración del Estado a la Unión Europea en 1986, estructurándose, de esta manera, en una apertura creciente hacia las lógicas del mercado, toda la base de la política interna. En este contexto, se lleva a cabo la expansión urbana de las ciudades para sus áreas suburbanas, transformando el territorio en una mancha, algo indistinta, de aglomerados anónimos que se superpusieran a los campos, creando en la desmesura el concepto de área metropolitana. La creencia en una cierta tangibilidad del proceso y de las obras, también motivada por la pequeña dimensión de los talleres de arquitectura, mantuvo el debate erudito alejado de la opinión pública, centralizándose en la pequeña escala y en el mejor compromiso entre las posibilidades reales de la economía nacional y el crecimiento avasallador del suburbio. Siza Vieira define, de manera determinante, la línea de dirección de la arquitectura portuguesa en este período. Su trabajo, materializado en la precisión del diseño, unió el discurso de los arquitectos portugueses. La sobriedad de la arquitectura de Siza, junto con la moderación en el uso de materiales en serie, refrenó una posible apropiación más icónica de su obra. La grandeza fue reemplazada por un deseo de delicadeza, basado en las referencias formales sintetizadas a partir de una arqueología de la propia arquitectura.