Factores de riesgo para fractura por osteoporosis y baja densidad ósea en mujeres en la pre y post menopausia

Resumen

OBJETIVO: Estimar la prevalencia y analizar los factores de riesgo asociados con osteoporosis y fractura por bajo impacto entre mujeres. MÉTODOS: Estudio transversal realizado con 4.332 mujeres encima de 40 años de edad provenientes de atención primaria de salud en el área metropolitana de la gran Sao Paulo, SP, entre 2004 2007. Datos antropométricos y ginecológico y relativos a hábitos de vida, fractura previa, antecedentes personales, ingestión alimentaria y actividad física fueron evaluados por medio de entrevista individual y cuantitativa. Fractura por bajo impacto fue definida como decurrente de caída de la propia altura o menos en individuos con más de 50 años de edad. Modelos de regresión multivariada y logística analizaron, respectivamente, la densidad ósea y la fractura por osteoporosis, como variables dependientes y todas las otras como independientes. El nivel de significancia estadística establecido fue p<0,05. RESULTADOS: La prevalencia de osteoporosis y de fracturas por fragilidad ósea fue de 33% y 11,5%, respectivamente. Los principales factores de riesgo asociados con baja densidad ósea fueron edad (OR=1,07; IC 95%: 1,06;1,08), menopausia (OR=2,16; IC 95%: 1,49;3,14), fractura previa (OR=2,62; IC 95%: 2,08;3,29) y tabaquismo actual (OR=1,45; IC 95%: 1,13;1,85). Por otro lado, elevado IMC (OR=0,88; IC 95%: 0,86;0,89), actividad física regular (OR=0,78; IC 95%: 0,65;0,94) y terapia hormonal actual (OR=0,43; IC 95%: 0,33;0,56) desempeñaron papel protector. Los factores de riesgo significantemente relacionados con fractura por osteoporosis fueron edad (OR=1,05; IC 95%: 1,04;1,06), menopausia (OR=4,12; IC 95%: 1,79;9,48), historia familiar de fractura de cuadril (OR=3,59; IC 95%: 2,88;4,47) y baja densidad ósea (OR=2,28; IC 95%: 1,85;2,82). CONCLUSIONES: Edad avanzada, menopausia, fractura previa por bajo impacto y tabaquismo actual son los principales factores de riesgo asociados con baja densidad ósea y esta, con las fracturas por fragilidad ósea. El uso clínico de estos parámetros para identificar mujeres de mayor riesgo para fracturas puede ser una estrategia interesante para mejorar el abordaje de la osteoporosis.