LA LIMINARIDAD DE LAS PRÁCTICAS PEDAGÓGICAS DE LA ESCENA

visual devices of performance arts and the defense of democratic education

Resumen

¿Cuál es el potencial de las fronteras de la escena en exponer los dictámenes políticos vigentes en el sistema educativo de un país? ¿Qué visualidades de la escena están prohibidas en la contemporaneidad? ¿De qué modo las censuras vividas en la escena teatral transgénera en el Brasil del siglo XXI matizan las normatividades de una pedagogía anti-democrática de Estado? Y, por fin, cuál podría ser el papel del arte de la performance en la defensa de la educación democrática? Este artículo propone una reflexión teórica sobre la lucha por Derechos Humanos en el campo de la Educación desenrollada a partir de la mirada sobre los procesos recientes de pedagogía teatral y del arte de la performance. En el texto de Boal (2009), en el cual la Estética es calificada como un Derecho Humano, pretendemos levantar en los atributos de liminaridad del arte de la performance vectores democráticos que puedan subsidiar las prácticas pedagógicas de la escena. Para ello, retomamos el concepto de liminar, proveniente de la antropología social (Turner, 1974) e indicamos cómo su aproximación al campo de las artes por Caballero (2011) le promovió expansión y sutileza al subrayar que la efemeridad del fenómeno escénico licúa las tensiones políticas en el modo de una pedagogía fronteriza. Como indicativos críticos del texto, aventamos tres proposiciones de liminaridad de la escena: la excentricidad, la ética de la coralidad votiva y el pensamiento situado. Se pretende percibir de qué manera estos dispositivos visuales del arte de la performance están en el seno del ataque y de la resistencia en el contexto de la defensa de la educación democrática.